Cubiertas Metálicas vs. Cubiertas Plásticas en UPVC

Cuando se trata de seleccionar el material adecuado para una cubierta, las tejas metálicas y las cubiertas plásticas de UPVC (cloruro de polivinilo no plastificado) son dos opciones comunes en el mercado. Cada una presenta ventajas y desventajas que deben ser cuidadosamente consideradas según el tipo de proyecto, el clima y las necesidades del edificio. A continuación, exploraremos las principales diferencias entre estos dos tipos de cubiertas en términos de durabilidad, resistencia, mantenimiento y costos.

 

1. Durabilidad y Vida Útil

Tejas Metálicas:

Las cubiertas metálicas, hechas de acero galvanizado, galvalume, zincalum , aluminio o zinc, son conocidas por su alta durabilidad y larga vida útil. En promedio, pueden durar entre 40 y 70 años, dependiendo del tipo de metal y los tratamientos de protección aplicados, como recubrimientos anticorrosivos y capas de pintura. El metal resiste bien condiciones climáticas extremas como el viento fuerte, granizo y nieve, lo que lo convierte en una opción ideal para áreas con climas impredecibles.

Tejas de UPVC:

Por otro lado, las cubiertas plásticas de UPVC tienen una vida útil menor, generalmente de 15 a 25 años, lo cual puede variar según el clima y el mantenimiento. Si bien el UPVC es resistente a la corrosión y no se oxida, su mayor vulnerabilidad a los rayos UV puede hacer que el material se degrade más rápido en zonas con alta exposición solar (zona ecuatorial, en donde esta Colombia), afectando su vida útil y apariencia. Además, con el tiempo, pueden volverse quebradizas.

 

2. Resistencia a los Elementos

Tejas Metálicas:

Las cubiertas metálicas sobresalen por su resistencia a condiciones climáticas severas. El metal es altamente resistente a los vientos fuertes, al fuego y, dependiendo del tipo de revestimiento, puede ofrecer una excelente resistencia a la corrosión. Las cubiertas metálicas también pueden soportar el peso de la nieve o impactos fuertes, como el granizo, sin sufrir daños significativos.

Tejas de UPVC:

El UPVC tiene una buena resistencia a la corrosión y a las condiciones húmedas, por lo que es una opción común en ambientes costeros. Sin embargo, su resistencia física es limitada en comparación con el metal. Puede deformarse o romperse en situaciones de granizo o bajo presión mecánica considerable. Además, la exposición continua a la luz solar intensa puede provocar decoloración y degradación del material con el tiempo, cristalizándose o generando craqueo.

 

3. Mantenimiento y Reparaciones

Tejas Metálicas:

Las cubiertas metálicas requieren muy poco mantenimiento. En general, es suficiente con realizar inspecciones periódicas para verificar el estado de los tornillos o juntas y asegurarse de que no haya acumulación de suciedad o hojas. Los metales resistentes a la corrosión, como el acero galvanizado, galvalume o el aluminio, minimizan la necesidad de reparaciones. Si se quiere reactivar la vida útil de una cubierta metálica que lleva muchos años, simplemente, es lavar su superficie con un jabón neutro, ligar la superficie expuesta para generar perfil de anclaje, aplicar un wash primer y posteriormente pintar.

Tejas de UPVC:

Las cubiertas de UPVC, aunque inicialmente no requieren mucho mantenimiento, pueden ser más vulnerables al deterioro con el tiempo. El material plástico tiende a mancharse y decolorarse con la exposición al sol, lo que puede afectar su estética. Además, pueden ser más difíciles de reparar, ya que es más probable que se rompan ante impactos fuertes o cristalicen, lo que puede requerir el reemplazo de secciones enteras.

 

4. Eficiencia Energética

Tejas Metálicas:

Las cubiertas metálicas modernas pueden ofrecer excelente eficiencia energética cuando se combinan con aislantes térmicos. Algunos metales tienen propiedades reflectantes que ayudan a reducir la absorción del calor solar, manteniendo los edificios más frescos durante el verano. Además, las tejas metálicas se pueden instalar con recubrimientos especializados que mejoran la eficiencia térmica.

Tejas de UPVC:

Las cubiertas de UPVC también tienen buenas propiedades aislantes, ya que el plástico actúa como una barrera natural contra el calor y el frío. Sin embargo, debido a su tendencia a desgastarse más rápido, su eficiencia térmica puede disminuir con el tiempo si no se mantienen adecuadamente.

 

5. Costos Iniciales vs. Costos a Largo Plazo

Tejas Metálicas:

El costo inicial de una cubierta metálica suele ser más elevado, debido tanto al precio del material como a la instalación, que puede requerir mano de obra especializada. Sin embargo, gracias a su larga vida útil y bajo mantenimiento, las cubiertas metálicas tienden a ofrecer un mayor retorno de inversión a largo plazo, especialmente en edificios residenciales y comerciales que buscan durabilidad.

Tejas de UPVC:

Las cubiertas de UPVC, por su parte, son generalmente más económicas en términos de costos iniciales y pueden ser una opción atractiva para proyectos con presupuestos más ajustados. No obstante, a largo plazo, los costos de mantenimiento y reparaciones, junto con su vida útil más corta, pueden hacer que la opción de UPVC sea menos rentable que el metal en ciertas aplicaciones, por temas de recambio.

 

6. Impacto Estético y Flexibilidad de Diseño

Tejas Metálicas:

Las cubiertas metálicas están disponibles en una amplia gama de colores, acabados y estilos que permiten una gran flexibilidad de diseño. Se pueden adaptar tanto a estructuras modernas como a edificios de estilo más clásico. Su apariencia puede simular materiales tradicionales como las tejas de arcilla o pizarra, pero con las ventajas del metal.

Tejas de UPVC:

Las tejas de UPVC también ofrecen una gama de opciones en colores y estilos, aunque sus posibilidades estéticas son generalmente más limitadas en comparación con las cubiertas metálicas. Además, el UPVC puede perder su brillo y color con el tiempo debido a la exposición al sol, lo que afecta su atractivo visual.

Tanto las cubiertas metálicas como las plásticas de UPVC tienen sus aplicaciones adecuadas, pero las cubiertas metálicas sobresalen en durabilidad, resistencia a las condiciones climáticas extremas y bajo mantenimiento. Aunque su costo inicial puede ser más alto, su longevidad y menor necesidad de reparaciones las convierten en una opción más rentable a largo plazo. Por otro lado, las cubiertas de UPVC pueden ser atractivas por su menor precio inicial y buena resistencia a la corrosión, pero su vida útil más corta y vulnerabilidad al deterioro bajo el sol las hacen menos adecuadas para proyectos de larga duración o en áreas con condiciones climáticas adversas.



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